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    ¿Qué caminos para el equilibrio hormonal?

    Al igual que muchas mujeres de 40 años, es probable que necesites ayuda para la perimenopausia a la hora de afrontar los incómodos síntomas que se producen durante la transición a la menopausia.

    Ayuda para la perimenopausia

    La solución más sencilla y obvia parece ser la terapia de sustitución hormonal; probablemente haya visto anuncios sobre la necesidad de empezar a tomar hormonas años antes de la menopausia. Lo que estos anuncios no le dicen es que los estrógenos sintéticos pueden provocar una dominancia de estrógenos, lo que aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas, osteoporosis y cáncer de mama. En lugar de dar el paso y arriesgarse a los efectos secundarios de la terapia de sustitución hormonal, ¿por qué no intentar disminuir los síntomas de forma natural? Aquí hay cinco cosas sencillas y baratas que puedes hacer para restablecer tu equilibrio hormonal.

    Formas de restablecer el equilibrio hormonal

    Aunque el ejercicio no es una cura para los sofocos, sí ayuda a las mujeres perimenopáusicas a lidiar con el estrés, la ansiedad y la depresión que acompañan a los síntomas. Así lo descubrieron investigadores de la Universidad de Temple, en Pensilvania. Los autores del estudio analizaron a 380 chicas con una edad media de 42 años que dedicaban entre 15 y 90 minutos a caminar cinco veces por semana. Al principio del periodo de estudio, todas las chicas eran perimenopáusicas. Al final del periodo de estudio, la mitad experimentaba sofocos. Sin embargo, los investigadores observaron que habían reducido los niveles de ansiedad, depresión o angustia, sobre todo las que dedicaban al menos 30 minutos al día a caminar. Esta observación es bastante importante, ya que el descenso de los niveles de estrógeno provoca un aumento del estrés, la ansiedad y la depresión.

    No hace falta que te hagas socio de un gimnasio para adquirir las ventajas psicológicas del ejercicio. En lugar de ir en coche al trabajo, considere la posibilidad de tomar el autobús y caminar las cuadras adicionales. ¿O por qué no se salta el ascensor y sube por las escaleras? Hay muchas formas de introducir el ejercicio en tu rutina diaria, y no te costará encontrar una que se adapte a tu ritmo y necesidades. Sólo asegúrate de no excederte. Disminuye los alimentos procesados y los alimentos grasos y cambia a una dieta rica en proteínas con carbohidratos complejos. Las proteínas contienen aminoácidos, que son los componentes básicos de las enzimas y las hormonas. Consiga un número suficiente de aminoácidos en el cuerpo y podrá restaurar parte del desequilibrio hormonal que se produce durante la menopausia. Sin embargo, sea muy selectiva en cuanto a la obtención de proteínas; la carne roja y los ácidos grasos sólo aumentarán sus posibilidades de padecer enfermedades cardiovasculares y agravarán la dominancia del estrógeno. Los estudios revelan que una dieta de grasas 25% contribuyen al cáncer de endometrio y de mama porque modifican la creación de metabolitos benignos. En lugar de comer más carne, opta por fuentes más saludables como el tofu y las legumbres. Por otro lado, los carbohidratos complejos tardan más en convertirse en azúcar, lo que significa que tendrás mucha energía duradera para el resto del día. Si estos sofocos le resultan demasiado molestos para relajarse, recurra a un remedio natural como la cimicifuga. La cimicífuga, una planta alta y perenne de la familia de los ranúnculos, contiene una sustancia química llamada glucósidos que regula la temperatura corporal y reduce los sofocos. Hay bastantes estudios sobre la eficacia de la cimicifuga, y muchas mujeres afirman haber tenido menos episodios de sofocos. La dosis normal es de 40 mg al día y el alivio de los síntomas se produce en cuatro semanas.

      ¿Cómo tratar los sofocos de la menopausia?

    Al igual que la dieta y el ejercicio, el sueño es una necesidad humana importante. Según la Fundación Nacional del Sueño, la mujer media de entre 30 y 60 años sólo duerme seis horas al día, dos horas menos de las ocho recomendadas. Una noche de sueño fantástica no sólo te hará sentir vigorizada y llena de energía, sino que también evitará la fatiga suprarrenal, una enfermedad común entre las mujeres perimenopáusicas en la que las glándulas suprarrenales te ponen en un estado constante de fatiga. La meditación es otro método para prevenir la fatiga suprarrenal y disminuir los síntomas de la perimenopausia. El tipo de meditación que quieras utilizar es tu elección, siempre y cuando reduzca los efectos emocionales de la perimenopausia y restaure tu sensación de bienestar. En última instancia, la meditación puede permitirte ver este momento de tu vida como una persona positiva, llena de cambios y posibilidades emocionantes.

    Que lo disfrutes.

    Aunque los síntomas de la perimenopausia pueden ser incómodos al principio, son el presagio de una nueva era en la que la mayoría de las mujeres dicen sentirse más cómodas y a gusto consigo mismas.

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