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    ¿Cómo no compensar en exceso?

    Miras a tus hijos y no quieres que sufran ni deseen nada. Trabajas duro para poner comida en la mesa, mantener un techo sobre sus cabezas y decirles lo mucho que se les quiere. Quizás trabajas muchas horas y no puedes pasar todo el tiempo que quisieras con tus hijos.

    ¿Qué está pasando?

    Tal vez sientas que los niños tienen un golpe en contra porque no tienen a ambos padres viviendo bajo el mismo techo. Ten cuidado de no permitir que la culpa se apodere de ti. Porque el sentimiento de culpa puede hacer que te preocupes por cosas que no puedes controlar, que vivas por encima de tus posibilidades o que compenses en exceso dando todos los caprichos a tus hijos. Lo que más necesitan tus hijos es tu amor, tu atención y tu tiempo.

    Diviértanse juntos. Jueguen a disfrazarse. Llévalos a la playa, al parque o al museo. Pasa un día en la biblioteca. Haz ejercicio en familia. Ve a un concierto al aire libre. Haz un picnic familiar en el suelo del salón. Poner música y bailar. Cocinar juntos. Salgan a pasear por la naturaleza. Crea una nueva tradición como: montar en bicicleta el sábado, noche de pizza el viernes.

    Tenga en cuenta

    El objetivo sería crear momentos y recuerdos excepcionales juntos. La mayoría de las madres solteras tienden a sentirse presionadas por los cumpleaños y las vacaciones. Elimine la presión creando costumbres familiares sencillas y enseñando a sus hijos el verdadero significado de las fiestas que celebran. Las costumbres entrañables dan a los niños algo que esperar y algo significativo que seguir.

    Septiembre es otro periodo estresante para las madres solteras, ya que sus hijos se preparan para la vuelta al cole, se ven inundados de anuncios que les dicen que quieren otro juguete, las zapatillas más caras o el último artilugio técnico que seguramente estará obsoleto el año que viene por estas fechas.

      ¿Cómo ser emocionalmente sano?

    Cuando tus hijos te presionan para que gastes por encima de tus posibilidades o hagas compras que no se ajustan a los objetivos y valores de tu familia, tienes que profundizar en tu interior y poner límites. No se trata de ser un padre rígido o de no dejar que tus hijos tengan algunos de los extras que quieren. Se trata de enseñar a tus hijos a no ser siervos de la presión de los compañeros y de la publicidad impulsada por el consumo.

    Tenga en cuenta

    Tampoco es aconsejable sentarse con sus hijos y empezar a enseñarles cómo se maneja el dinero en su casa. Hágales saber cómo se pagan las facturas y cómo se prioriza el dinero. Lo más probable es que usted viva con unos ingresos reducidos, por lo que sus dólares deben estirarse un poco más que los de un hogar con dos ingresos. Lo creas o no, los niños de tan sólo ocho años pueden comprender los fundamentos del presupuesto. Saben sumar y restar. Piensa que si le das a tu hijo o hija una asignación semanal, tu hijo debe presupuestar su asignación para toda la semana.

    Así que empiece a enseñar a sus hijos los fundamentos del presupuesto. Convierta sus excursiones a la tienda de comestibles en clases de gestión del dinero para sus hijos, haciéndoles saber cuánto tiene que gastar, qué artículos tendrá que comprar y permitiéndoles que le ayuden a elegir las cosas respetando el presupuesto. Si está criando a un adolescente, anime a su hijo o hija a buscar una ocupación a tiempo parcial.

    Como mujeres afroamericanas, nos hemos alejado de los valores que realmente importan y de los principios que mantuvieron a nuestras familias fuertes en tiempos difíciles. Apuesto a que mientras crecíais, muchas de vosotras empaquetabais maletas, arreglabais bicicletas, barríais el suelo, construíais puestos de limonada o cuidabais a los niños como forma de ganar dinero adicional.

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    ¿Por qué?

    Porque sabías que si querías algo lo suficiente tenías que trabajar por ello. Y a veces tenías que hacerlo. ¿Por qué no transmitir a nuestros hijos los mismos valores esenciales? Como madres solteras, tendremos que volver a los fundamentos: volver a algunos de esos enfoques de crianza de la vieja escuela que nuestros padres utilizaron para impulsarnos. Ahora siguen funcionando. Y si estás sosteniendo el fuerte sola, no puedes permitirte ser rica de capucha y tonta del dólar comprando en el bombo materialista.

    Así que no se preocupe por mantenerse al día con los Jones, o que su hijo experimente una baja autoestima ya que comió la marca genérica de galletas de crema y chocolate en lugar de Oreos.

    Nota final

    Mientras tus hijos estén bien alimentados, abrigados, protegidos y queridos, estarán bien. En realidad, prescindir un poco de todo les enseña a los niños a vivir con un presupuesto, a retrasar la gratificación, a valorar a las personas por encima de las posesiones y a fortalecer su carácter sin que todo les sea servido en bandeja de plata. Así que la próxima vez que tu hijo adolescente te pida que le compres esas zapatillas $250, cómprale un ejemplar de la revista Money. Luego, deja que invierta ese dinero en una empresa cuyos productos admire. Así, cuando sea mayor, tendrá un bonito nido de huevos, en lugar del recuerdo de un par de zapatillas que ya no le sirven.

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